Salud Mental, Prostitución y Migraciones

Como ya os contaba aquĆ­, me encuentro inmersa desde hace tiempo en el desarrollo de mi tesis sobre salud mental, prostitución y migraciones. Este aƱo, en relación al DĆ­a Mundial de la Salud Mental (10/10), la European Network of Migrant Women ha publicado un Report sobre la situación de la salud mental en mujeres migrantes, abordando distintas situaciones: mutilación genital femenina, internamiento en campos de personas refugiadas, … y, claro, prostitución y trata de seres humanos.

Este report lo han acompañado de una presentación con profesionales y vivencias en primera persona.

¿Qué ideas nos deja este día mundial en 2021? 5 ideas:

1. 1 de cada 3 mujeres en el mundo han sufrido algún tipo de abuso sexual (OMS, 2O21). Ahora piensa en cuÔntas mujeres conoces. Y cuÔntas han reconocido en voz alta haber sufrido abuso sexual. Y en cuÔntas lo habrÔn sufrido y no han podido decirlo.

2. La violencia sexual mantenida en el tiempo (prostitución), conlleva trauma complejo que se manifiesta a travĆ©s de sĆ­ntomas disociativos, sintomatologĆ­a psicosomĆ”tica, etc. (Ingeborg Kraus). Esto se concreta despuĆ©s en cuestiones muy especĆ­ficas: Trastorno de EstrĆ©s PostraumĆ”tico, trastornos depresivos, … No es baladĆ­, es algo que llevamos detectando desde que iniciamos la investigación. La prostitución deja huella a nivel psicológico.

3. Olvidemos de una vez la imagen de las mujeres físicamente encadenadas. Prestemos atención a las cadenas que se establecen a nivel psicológico. (I. Kraus). Las campañas publicitarias contra la trata de seres humanos nos ha dejado una imagen mental clara: mujeres encadenadas. Sin embargo, sabemos que las cadenas psicológicas son mÔs fuertes. ¿Por qué es tan difícil detectar, identificar y acompañar a una persona víctima de trata? Por esto mismo.

4. El trauma puede leerse desde distintos elementos: el evento, su significado, la huella psicológica y la percepción de la imposibilidad de escapar (Drisha Fernandes). Necesitamos una visión multidimensional del trauma para poder intervenir de forma eficaz.

5. Los proxenetas y tratantes son grandes expertos en estrés postraumÔtico, se aprovechan de ello para continuar la explotación sexual (D. Fernandes). Un ejemplo fÔcil: el latín lover como estrategia de captación.

¿Y entonces, qué nos queda? ¿Cómo podemos intervenir? D. Fernandes nos propone una intervención integral y estructural que aborde cinco cuestiones:

  1. El sistema de justicia socioeconómico. Hablamos de relaciones norte – sur, de distribución de la riqueza, …
  2. La promoción de procesos migratorios seguros. Pensemos en qué estÔ ocurriendo en Moria o en La Bestia.
  3. Disuadir la demanda sexual. Sin putero que paga, no hay prostitución.
  4. Hacer frente a la situación de crisis humanitaria e
  5. Intervenir sobre el uso de la tecnología y cómo ésta favorece la trata de seres humanos. Compañeras, Onlyfans no es feminista.

En conclusión, uno de los grandes retos en cuanto a salud mental hoy sigue siendo estudiar cómo impacta la prostitución y la trata de seres humanos en la psique, partiendo de la idea de que es real, que existe y que no estÔ siendo visibilizado y, ademÔs, intervenir de forma integral para seguir combatiendo la explotación sexual.

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