Duelo: ni etapas ni fases. Tareas.
Tenía pendiente desde hace días participar en este post de Dronte.
En primer lugar, permítanme como breve introducción una pequeña síntesis histórica de la evolución de la Psicología del Duelo.
El primer modelo sobre la psicología del duelo fue sugerido por Freud y supone la primera distinción en la literatura especializada entre duelo normal y patológico. Freud entiende que el duelo y melancolía son similares, aunque con algunas diferencias. El duelo supondría una situación pasajera en la que el doliente acabaría restableciendo el afecto normal del dominio del yo. Sin embargo, la melancolía se constataría en la degradación del yo como reflejo de denigrar al objeto de afecto perdido. Esta última se manifestaría de forma somática mediante múltiples formas clínicas. Tras Freud, otros contemporáneos como Klein, Winnicott, Mahler, Bowlby o Parkes continuarían su hilo argumental.
Algunas décadas más tarde aparece en escena Kübler-Ross. Concretamente, en 1973 con el libro On Death and Dying. Dada la facilidad con la que Kübler-Ross llega al público y al muy eficaz trabajo de las editoriales, el modelo de Kübler-Ross pronto se populariza, llegando a ser un boom en los años 90 gracias a los libros de autoayuda.
*Para una breve explicación del “Modelo de Kübler-Ross“, os remito directamente al post ya mencionado de Dronte en el se hace una breve reseña.
Sin embargo, en el 2004 aparece en escena el que, por los psicólogos que nos dedicamos a esto, es el máximo exponente en la materia: William Worden. En pocas palabras, Worden nos dice que el trabajo del duelo se realiza mediante tareas. Estas tareas son las siguientes:
- Aceptar la realidad de la pérdida
- Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida
- Adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente
- Recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo
Entonces, en los procesos de duelo no existen las etapas ni las fases porque no se sigue un proceso lineal. Es más, la persona probablemente revivirá las sensaciones de tristeza o de ira varias veces a lo largo de la elaboración de su duelo (oscilará de atrás hacia delante mientra va elaborado las tareas del duelo). Pero Worden no acaba aquí. Además define con bastante precisión los componentes cognitivos, emocionales y conductuales que, según él, caracterizarían un proceso de duelo.
Llegados a este punto de la historia, ¿cómo se trabaja el duelo? ¿fases? ¿tareas?
Como ya sabrán, en nuestra área (la psicología y, en concreto, el duelo) no está todo escrito y cada maestro tiene su librillo. Muchos de mis colegas abordan los procesos de duelo patológico con el modelo de Kübler-Ross. Otros con el de Worden. Incluso algunas veces hemos comprobado juntos la eficacia del EMDR. Si me permiten darles mi opinión personal, creo que cualquier modelo que siga las siguientes consideraciones acerca del duelo puede funcionar:
El duelo es (1) un proceso, que evoluciona a través del tiempo y el espacio; (2) normal, que ocurre en todos los seres humanos al sufrir una pérdida; (3) dinámico, a través de distintas etapas o tareas que no siguen un proceso lineal; (4) que depende del reconocimiento social, afectando al doliente y a los que le rodean; (5) íntimo, dado que cada doliente lo vive de una manera personal e individual; (6) social, ya que conlleva rituales asociados a la pérdida y, por último, (6) activo, dado que el doliente deberá realizar un trabajo activo para superar la pérdida.
Poch y Herrero
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